jueves, 11 de octubre de 2012

Soy fan... del Tiger

Alguna que otra vez he mencionado el Tiger (en una entrada en la que ejemplificaba otra vez lo tolai que soy) y he dicho que soy FAN FAN y REQUETEFAN.

Pues me reafirmo en ello. Soy FAN. 

Para los que no lo conozcáis, el Tiger es un híbrido entre el chino de toda la vida (el del todo a 100, no el de comida) y el Ikea. Lo del chino de toda la vida es porque tiene de todo y muy barato, no hay nada por encima de 20€. Lo del Ikea es porque ese "todo" tiene un rollo diseño nórdico (aderezado con alguna horterada, no voy a mentir) irresistible. En sus propias palabras: "Nuestra misión es ofrecer a nuestros clientes productos con estilo, diseño y calidad, en un ambiente agradable, a precios sorprendentemente asequibles". 

Yo lo conocí en Copenaghe (ciudad en la que nació originalmente) cuando fuimos a visitar a mi hermano Paco (que por cierto tiene un blog de series que no hay que perderse, aunque lo actualiza menos que poco) que estaba allí de Erasmus. Lo que sentí sólo se puede describir como amor a primera vista: me gustaba TODO, quería comprar y comprar (aunque no compré nada, claro, estaba de turismo y no me iba a traer la maleta llena de chuminadas). Pero todo amor tiene su parte trágica y la de este fue su brevedad; a los cuatro días me volvía a España y ahí se quedaba mi amor nórdico. Así que podéis imaginar que el corazón casi se me sale del pecho de alegría cuando vi la primera tienda por Madrid; fue como tener una Epifanía en medio de la calle Fuencarral: el amor verdadero existe y es capaz de superar tiempo y espacio.

Vale, parezco una especie de chiflada y seguramente lo soy, probablemente una de esas taras que vienen con ser hija de primos. Pero la realidad es que cada vez que paso por delante de la tienda y tengo un ratín libre, me digo a mi misma "voy a entrar a ver que hay de nuevo en el Tiger". Porque una de las cosas que hacen que el Tiger le de mil patadas a cualquier chino, es que van cambiando el inventario. No todo, siempre hay "básicos", pero también encuentras cosas nuevas. Ahora han puesto una cerquita de casa y tengo que dar un rodeo para no dejarme la paga en libretas, sellos de florecitas, lanas de colores, tazas cuquis o esas cajitas tamaño mini de galletas danesas de chocolate que están que te mueres de ricas ^-^. 

En fin, que si no tenéis uno cerca de casa no sufráis, porque en realidad es una perdición, y además están abriendo tiendas a un ritmo desenfrenado, así que el día menos pensado sales a  la calle y ahí está, flamante, el nuevo Tiger de tu barrio.

Que paséis un buen puente, yo me voy ahora mismo a la calle que me ha entrado mono y seguro que algo maravilloso encuentro por 2€ para sobornar a mis sobrinos este finde.

¡Besitos!

3 comentarios:

  1. A mi tb me encanta...es barato y mucho más mono q el chino!si pasas por su puerta,imposible no entrar....

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  2. ahora venden hasta comida.. o al menos salsas de estas hindus, chinas, etc.. :-)

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